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Botellas de la Cerveza Pripps.

La historia empieza cuando, el pasado año 2010, mi colega David me envió un vídeo por internet de una exposición de tiradores de cerveza que se había celebrado en el pueblo de Sant Jordi con motivo de la Fira del Caragol. Al ver el vídeo asocié enseguida la exposición con Toni, un compañero de trabajo en la antigua fábrica de cervezas. Sabía que, por su trabajo, había tenido ocasión de adquirir o rescatar del olvido diversos tiradores de cerveza en los bares y restaurantes de Mallorca. Sin dudarlo me puse a la búsqueda de su dirección o teléfono, ya que habían pasado bastantes años sin vernos. La intención era ver los tiradores y de paso ver si tenía otro material cervecero. Una vez conocido su domicilio, fui a visitarlo pero no tuve suerte. Posteriormente lo localicé en Facebook, le envié algunos mensajes, sin respuesta por su parte. Algo frustrado, el asunto quedó latente hasta que, en mayo de este año, leí en la prensa que se volvía a celebrar la Fira del Caragol. Contacté con mi colega cervecero David para ir los dos en busca de la exposición cervecera y allá nos fuimos el dia 15 de mayo.
Aparcamos el coche algo lejos del centro del pueblo, mucha gente acudía con el fin de degustar las distintas especialidades de caracoles, paella de caracoles, fideuá idem, caracoles guisados con allyoli, asi como otras cosas propias de una Feria de Mayo. Preguntamos a un policía local y, al ignorar lo relativo a la exposición, nos sugirió que visitáramos el Centro Cultural en donde había una exposición. Allá fuimos, subimos a un primer piso y, efectivamente, había una exposición ¡de discos de vinilo¡. Algo frustrados preguntamos a la persona encargada sobre si sabía algo de la exposición de columnas cerveceras. Nos aclaró que cada año se hacía una exposición diferente, el año pasado de tiradores de cerveza, este año de discos de vinilo y el próximo no sabía. Completamente frustrados, salimos a la plaza en donde estaban todos los puestos de comida caracolera y compré un tapper con caracoles para mi mujer, ya que no había podido venir con nosotros y que la traen loca. Le dije a David, ven, a ver si tenemos suerte. Fuimos las callejuelas llenas de puestos de venta y de animales domésticos, con sus aromas característicos, hasta el domicilio de Toni y, oh sorpresa, lo encontré. Tan simpático y jovial como siempre, le presenté a David y hablamos de nuestro objetivo al venir a Sant Jordi y nos confirmó lo que ya nos habían dicho acerca de la exposición, no sabia cuando se volvería a hacer. Tenía las columnas en un almacén, amontonadas, la espera de poder montar la exposición por su cuenta, es decir en un local propio. Total, que no estaban visibles. Hablamos asimismo sobre nuestra afición cervecera, de nuestra búsqueda de cristalería y de botellas de las marcas isleñas. Al mencionar las botellas, hizo un gesto: “Espera un momento”, entró en la casa y al momento salió con dos botellas: Una de Pripps de 20 cc, color verde, vacía, en muy buen estado y otra de la misma marca, de 33 cl con la etiqueta azul, algo deteriorada por los años, llena, con el tapón oxidado. No me lo podía creer, aún sobrevivía una botella de la mítica marca, del año 1964, es decir con 46-47 años de antigüedad. Es innecesario decir lo contento que me hizo con su regalo pues era una de las cosas, en este caso la pieza clave, por las que suspiraba tener en mi colección. Se lo agradecí y acordamos que, en cuanto tenga visible su colección de grifos cerveceros nos avisará para ver y documentar su exposición que, a no dudarlo, ha de ser espectacular y de la que dejaremos debida constancia en esta página cervecera.
Como epílogo, lamento no haber podido hacer partícipe a David con otra botella semejante, pero no desespero, quizá en un futuro la suerte nos vuelva a sonreír.

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